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LOS ERRORES MÁS COMUNES EN LA ELABORACIÓN DE UNA DEMANDA Y COMO CORREGIRLOS

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    Dr. Sergio Artavia B
  • 15 jul
  • 7 Min. de lectura

LOS ERRORES MÁS COMUNES EN LA ELABORACIÓN DE UNA DEMANDA

Y COMO CORREGIRLOS

Dr. Sergio Artavia B.

Abogado litigante. Profesor de Procesal Civil

Co-redactor del Código Procesal Civil.

Escritor de textos de Procesal Civil y Arbitraje

 

            La preparación completa y la revisión final de la demanda es un deber profesional ineludible para el litigante, no es un trámite mecánico ni un simple control de forma. Es, en rigor, la culminación estratégica de un proceso intelectual que articula historia, hechos, derecho, prueba y pretensión en un solo documento.  La redacción debe cumplir no solo con requisitos formales, sino que debe parte de un conjunto de experiencias y técnicas que solo con el constante estudio y experiencia se aprende. 

            Solo quien entiende esta revisión como un ejercicio de precisión quirúrgica podrá presentar una demanda robusta, coherente y blindada contra rechazos ad limine, prevenciones innecesarias o réplicas anticipadas. El juicio empieza aquí: en esta última y decisiva lectura.

            En mi experiencia estos son los errores más comunes que comenten los abogados litigantes, sean con muchos años de ejercer, o jóvenes abogados, en la elaboración y la revisión final de la demanda, antes de su presentación:

I.- Errores más comunes en la elaboración de las demandas

1.     Omitir hechos clave que sustentan la pretensión, debilitando la narrativa y la fuerza de convicción.

2.     Formular pretensiones exageradas sin prueba sólida.

3.     Invocar normas inaplicables o sin relación directa con los hechos narrados y probados.

4.     Redactar hechos sin secuencia lógica ni relación clara con la teoría del caso.

5.     Incluir pruebas irrelevantes o que no fortalecen el relato principal de la demanda.

6.     No revisar la armonía entre hechos, pretensión, derecho y prueba ofrecida.

7.     Descuidar los requisitos formales exigidos por el CPC, generando prevenciones evitables.

8.     Repetir frases o párrafos sin utilidad estratégica, generando ruido narrativo innecesario.

9.     Usar lenguaje ambiguo o excesivamente técnico sin función argumentativa concreta.

10.  No anticipar posibles defensas ni preparar refutación preventiva desde la demanda.

11.  Ignorar el enfoque estratégico que la teoría del caso debe proyectar en el documento.

12.  Abusar de citas normativas sin explicar su aplicación al caso concreto.

13.  No justificar cuantías económicas, debilitando la razonabilidad de la pretensión.

14.  Mezclar hechos con opiniones y valoraciones jurídicas en la sección narrativa de la demanda.

15.  No ofrecer prueba específica para cada hecho central del litigio.

16.  Confundir hechos controvertibles con hechos notorios o probados.

17.  Omitir datos de legitimación activa o pasiva en demandas complejas.

18.  Usar estructuras desordenadas o títulos poco claros en la organización del documento.

19.  No ajustar la demanda tras recibir información informal de la posición del futuro demandado.

20.  Citas jurisprudencia en los hechos.

21.  Enunciar pretensiones que jurídicamente no lo son.

22.  No estudiar lo que ha resuelto la jurisprudencia en el tema concreto de debate

23.  Presentarla a un juez incompetencia por materia o grado.

24.  No estimar la demanda, ajustado al Código

25.  No firmar, autenticar o señalar un medio de notificaciones.

26.  Omitir anexos fundamentales que respaldan hechos o legitimación.

27.  Presentar prueba testimonial sin precisar qué hechos se acreditarán.

28.  Cuando se ofrece prueba pericial o de reconocimiento no se cumplan con la exigencia formal del CPC.

29.  Redactar pretensiones vagas, genéricas o sin precisión técnica.

30.  Incluir hechos interna o globalmente contradictorios.

31.  Omitir hechos relevantes que solo se peticionan en la pretensión

32.  No desarrollar adecuadamente los hechos, a pesar de que la parte más fuerte de la pretensión está basada en esos hechos no desarrollado.

33.  Si se demandan daños y perjuicios no indicar la causa, en que consisten ni la estimación concreta.

34.  La reclamación de los daños no coincida con la estimación de la demanda

35.  Que no se esté en un supuesto de improponibilidad de demanda.

36.  No revisar la legitimación activa y pasiva de la relación procesal

37.  No revisar ni demostrar la capacidad procesal de ambas partes.

38.  Formular pretensiones sin correlación con uno o más hechos

39.  Que la relación fáctica no se ajuste a los presupuestos fácticos de la norma invocada.

40.  Citar simplemente la normas del fundamento jurídico, sin explicar detalladamente el fundamento jurídico de la demanda, como lo exige la jurisprudencia.

41.  Que no haya una correlación entre el supuesto fáctico de la norma que le sirve de base y la pretensión formulada

42.  Que la pretensión formulada se contradictorio entre sí y con los hechos

43.  Que haya pretensiones contradictorias o excluyentes entre sí.

44.  Que no se formule la pretensión más importante como principal

45.  Que la pretensión no sea enunciada de manera ordenatorio y eficaz

46.  Que la mala redacción de la pretensión luego conduzca a la dificulta de ejecución de la demanda.

47.  Que no corrija las debilidades o contradicciones en alguno de los cuatro elementos de la demanda.

48.  Que tenga errores de forma que dificulten la fijación del objeto en audiencia preliminar o la admisión de la prueba en función de ese objeto.

49.  Que no se revisen cuestiones, gramaticales y sintaxis de la demanda

50.  Que la demanda vaya con errores ortográficos.

 

8.- Las 55 recomendaciones clave para la revisión final de la demanda

            Antes de presentar la demanda es recomendable seguir estas últimas sugerencias:

1.     Revise si los hechos narrados son claros, secuenciales y vinculados directamente con la pretensión formulada.

2.     Verifique que cada hecho relevante tenga respaldo probatorio específico y jurídicamente admisible.

3.     Confirme que la norma jurídica invocada aplica directamente a los hechos narrados en la demanda.

4.     Verifique la jurisprudencia que está invocando sea la vigente y corresponda de la mayoría jerarquía que verá su caso (preferiblemente casación). 

5.     Asegúrese de que la pretensión sea coherente, no contradictoria, acumulable, razonable y fundada en los hechos y el derecho.

6.     Utilice un lenguaje técnico claro, sin adornos innecesarios ni juicios de valor superfluos.

7.     Verifique que esté toda la prueba que va a ofrecer y que la prueba cumple todos los requisitos formales: documentos y pericia firmadas.

8.     Verifique que las pruebas ofrecidas guarden relación con los hechos y la teoría del caso.

9.     Compruebe que la legitimación activa y pasiva esté debidamente fundada y demostrada, conforme con los hechos, la pretensión y la norma invocada.

10.  Revise si el tipo de proceso elegido es el correcto según la naturaleza de la pretensión.

11.  Confirme que se haya cumplido cada requisito formal exigido en los artículos 35 a 36 del CPC, para una demanda inicial.

12.  Relea la demanda desde la perspectiva de un juez: ¿es clara, lógica, verosímil y jurídicamente posible?

13.  Asegúrese de haber anticipado las posibles defensas de la contraria y haberlas neutralizado desde el texto de la demanda.

14.  Evite pretensiones desproporcionadas que puedan interpretarse como abusivas, absurdas, claramente improcedentes o poco razonables.

15.  Controle que la prueba documental esté debidamente identificada, anexada y relacionada con los hechos.

16.  Valide que la prueba testimonial se relacione con hechos precisos para los cuales fue ofrecido y delimitados en la narrativa.

17.  Revise la numera consecutiva de los hechos y las pretensiones

18.  Reviste el documento con una estructura ordenada, títulos claros y apartados sistemáticos.

19.  Incorpore, si es posible, las comunicaciones previas y luego del hecho, con la contraparte como contexto estratégico.

20.  Verifique que la cuantía esté justificada con criterios objetivos, legales o jurisprudenciales.

21.  Revisite la teoría del caso: ¿se refleja de forma clara y eficaz en todos los apartados?

22.  Incluya solo hechos jurídicamente relevantes y evite detalles irrelevantes o distractores.

23.  Compruebe que el relato sea persuasivo, sin perder rigor técnico ni precisión jurídica.

24.  Valide que no existan supuestos de improponibilidad que puedan generar rechazo anticipado de la demanda.

25.  Confirme que cada hecho narrado cumple con los presupuestos fácticos exigidos por la norma sustantiva invocada.

26.  Verifique si existe contradicción entre lo afirmado por el cliente inicialmente y lo redactado en la demanda. Envíe el borrador final al cliente para asegurarse.

27.  Consulte con otro abogado de confianza para detectar posibles debilidades argumentativas o estructurales del escrito.

28.  Confronte el borrador con doctrina reciente, especialmente si hay vacíos, dudas técnicas o áreas complejas.

29.  Evalúe si el tribunal competente del circuito que conocerá el proceso comparte criterios interpretativos afines a la línea jurídica expuesta.

30.  Revise si el orden de los hechos permite al juez reconstruir cronológica y lógicamente la historia base

31.  Asegúrese de que cada pretensión tenga un vínculo claro con uno o varios hechos relevantes narrados.

32.  Verifique que los peritos propuestos cumplan con los requisitos de idoneidad técnica y legal en su área.

33.  Revise si las firmas del demandante, apoderado y abogado patrocinante están en el lugar correcto.

34.  Incluya la designación clara del tribunal competente, conforme a reglas objetivas del CPC.

35.  Verifique si los medios de notificación señalados son correctos, están habilitados y funcionales.

36.  Controle que la enumeración de los anexos coincida con el orden y numeración en el cuerpo del texto.

37.  Evite lenguaje emocional o de confrontación que pueda afectar la percepción del juez sobre el litigante.

38.  Evalúe si hay jurisprudencia contradictoria y, de haberla, justifique por qué su tesis debe prevalecer.

39.  Refuerce los hechos claves, en el fundamento jurídico, con citas de jurisprudencia directamente aplicables y actualizadas del tribunal competente.

40.  Revise si la demanda proyecta solvencia profesional, dominio normativo, conocimiento del caso y claridad expositiva.

41.  Determine si el relato expuesto facilita al juez construir un marco fáctico sin contradicciones ni lagunas, para audiencia preliminar, los interrogatorios y la sentencia.

42.  Verifique que no se mezclen hechos con valoraciones jurídicas en la sección narrativa de la demanda.

43.  Evalúe si la demanda aporta suficientes elementos para que el juez delimite con claridad el objeto del debate.

44.  Revise si existe correspondencia entre lo que se alega como daño y lo que se pide como reparación.

45.  Asegúrese de que la teoría del caso se proyecte con unidad estratégica en todos los componentes del escrito.

46.  Finalmente, haga una última lectura en voz alta: detectará errores de estilo, conexión o énfasis argumentativo.

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